28 de septiembre de 2010

Llaves de la psicologia.

Son 3 los vectores que impulsan a la Psicología, la Biología, la Sociología y la filosofía. En una época en que lo multidisciplinario es la fuerza principal de la nueva Universidad resulta irónico observar que en la Psicología, el pluridogmantismo no permite su realización.
Esta situación es ilustrada por el hecho de que la mayor parte de sus grandes nombres no pertenece estrictamente a la Psicología, por lo tanto, si la Psicología no fue elaborada por los psicólogos, los que la enseñaban no eran los mismos que la practicaban. Se puede responder que la aparición de los psicólogos no podía dejar de ser posterior a la de la Psicología, actualmente, los psicólogos ya han accedido a la enseñanza de la psicología.
Estas observaciones preliminares tienen por finalidad mostrar que el vocablo “Psicología” puede designar a la “ciencia psicológica”, en gran parte elaborada por no psicólogos, y puede designar también una práctica profesional, la del psicólogo. Hasta hace relativamente poco estaban ambas disociadas los que la hacían no la practicaban.
En cuanto a la Psicología como práctica profesional, el titulo de psicólogo es utilizado para prácticas muy diferentes, tanto por su campo ocupacional como por el lenguaje que utilizan psicólogos educacionales, psicoterapeutas, psicotécnicos, psicólogos sociales, etc.
Las reflexiones precedentes indican que para introducirnos en este campo, en principio se estudiara la psicología como ciencia, como práctica profesional y por último la psicología como función.

Psicologia Experimental

El avance de las ciencias experimentales como la física, la química y la biología, proporcionaban un modelo tentador. La defensa de la ciencia experimental tiene su máximo exponente en el fundador del positivismo, “Augusto Comte”. La función de las ciencias experimentales no era la de explicar los fenómenos, sino la de preverlos con exactitud.
Kant en el siglo anterior había afirmado la imposibilidad de que la psicología se convirtiera en una ciencia dado que los fenómenos psicológicos carecen de una dimensión espacial y por lo tanto no son susceptibles de medición ni de tratamiento matemático. Más tarde Como también le niega un lugar en su clasificación de las ciencias. Simultáneamente, la repercusión de la teoría de la evolución de Darwin, contribuyo a afianzar la idea del hombre como ser natural.
El nacimiento de la Psicología como ciencia coincidente con la fundación del primer laboratorio de psicología experimental, fundado por W. Wundt. Decide fundar una piscología experimental cuyo objeto de estudio sea la experiencia interna, dichos elementos fueron la sensación y la imagen. Por lo tanto intentaba descomponer la vida psíquica en sus elementos simples para estudiarlos y luego recomponerlos.
Con respecto al método, era a través de la “introspección experimental” (introspección guiada por el experimentador). Es así como las experiencias de laboratorio comienzan a ocupar un lugar central en los textos de psicología.
Podríamos decir que la frontera entre la psicología anterior y la nueva psicología experimental es una frontera metodológica
.

Concepciones de la Psicología

Hasta el siglo XIX la psicología constituía una rama de la antropología filosófica, por lo tanto su historia se confunde con la historia de la filosofía y sus postulados se corresponden con la concepción acerca del hombre que predomina en cada momento.
Estas concepciones se pueden dividir en:

  • Concepción clásica.
  • concepción cristiana.
  • concepción moderna.

La concepción clásica abarca desde los filósofos griegos hasta la Edad Media, estuvo centrada en determinar los principios del ordenamiento del cosmos. Había una preocupación por establecer las relaciones entre el alma y la materia, Platón, fue el primero que introdujo esta distinción entre espíritu y materia. En cambio Aristóteles afirmo que materia y espíritu no pueden existir por separado.


La concepción cristiana se basa en una fuente de conocimiento externa al hombre, es decir, ubicándose en un Dios creador, la razón debe acudirse a la fe como instrumento del conocimiento.


Esta visión se va a derrumbar con la llegada de la concepción moderna, que introduce una diferenciación entre el conocimiento científico y el conocimiento filosófico, el hombre pasa a ser valorado como sujeto del conocimiento. Esta nueva era no puede considerarse sin una referencia a Descartes.
Descartes introdujo una diferenciación entre dos sustancias: el espíritu y la materia, refiriéndose a que mientras que se accede al conocimiento del espíritu en forma directa, el conocimiento de la materia se realiza a través de los sentidos. Se abre así un dualismo entre lo fisiológico y lo psicológico.

Nociones de cientificidad.

Los 3 contextos
  • Descubrimiento
  • Justificacion
  • Dedicacion

Descubrimiento : Son las hipotesis que tenemos al principio de la investigacion, material para buscar y desarrollar. Puede haber infinidades de hipotesis, luego al final del trabajo solo pocas o mismo una podra quedar como cierta.

Justificacion: Son los metodos que se utilizan para ir desarrollando las distintas hipotesis. En las ciencias experimentales los metodos no son iguales que en las ciencias sociales.

Dedicacion : En este punto hablamos sobre cual es la utilidad o aplicacion que le vamos a dar a lo que descubro.

Paradigmas

El filósofo y científico Thomas Khun (Foto) dio a paradigma su significado contemporáneo cuando lo adoptó para referirse al conjunto de prácticas que definen una disciplina científica durante un período específico de tiempo. El mismo Kuhn prefería los términos ejemplar o ciencia normal, que tienen un significado filosófico más exacto.

Cambios paradigmaticos :
La crisis provoca una ruptura, puede ser aplicada a la psicologia como ciencia.
Hubo 2 rupturas que estas a su vez conformaron tres grandes etapas en la historia de la psicologia:

1 PSICOLOGIA FORMA PARTE DE LA FILOSOFIA

ruptura

2 PSICOLOGIA COMO CIENCIA

ruptura

3 DISTINTAS CORRIENTES PSICOLOGICAS ( Psicoanalisis, conductismo )

27 de septiembre de 2010

VISIÓN TEOCÉNTRICA

Surge en la Edad Media fundamentalmente la concepción Teocéntrica de la realidad, Dios aparece como el centro de todo, la óptica como se mira al hombre es Dios, la idea fundamental es la concepción de Dios como creador de la naturaleza y el hombre como criaturas.
Características:

1. Sentido Dualista de la Realidad: La Edad Media está invadida por la concepción dualista, el cosmos está dividido en tres grandes sectores: Cielo, Tierra e Infierno, el hombre se encuentra en la tierra, el hombre está en una continua lucha contra dos fuerzas, las fuerzas celestiales: Fuerzas del Bien. Y las fuerzas infernales: Fuerzas del Mal. El cielo es el lugar de la luz, de la apertura y lo bello. El infierno es el lugar de las tinieblas. Tanto el cielo como el infierno contienen las fuerzas supranaturales de la tierra. El hombre le toca ganarse la simpatía de las fuerzas celestiales por medio de una Ética, al cuidado del espíritu, de lo contrario estará dominado por las fuerzas infernales, esto es el sentido dualista: materia y espíritu, personificación el bien y el mal. El hombre está compuesto de cuerpo y alma. La vida normal para el hombre medieval consistió en combatir al mal para triunfar en el bien. Esta razón tiene su origen en el Maniqueísmo secta de origen oriental y tuvo influencia en el cristianismo.
El Papa representante de toda la Iglesia es quien tiene toda la autoridad, a partir de allí se organiza la autoridad social, el Papa tiene doble autoridad: Civil y Religiosa.

2 Sentido de la Autoridad - Sumisión: Para la Edad Media toda la autoridad viene de Dios, esto permite que las relaciones Iglesia - Estado fueran más fuertes, cuando se obedece a la autoridad es al Dios, las leyes estatales se interpretan como una voluntad divina. La autoridad es absoluta y única, quien la posee tiene toda la razón y hay que obedecer con gran sentido de sumisión la autoridad no se discute, y esto trae en el gobierno, gobiernos dictatoriales.

3 Sentido de Creación:La mentalidad teocéntrica de la Edad Media trata de hacernos comprender la creación de acuerdo al relato Bíblico, pero desde una hermenéutica muy literal. Sus características:
· Sentido Verticalista de la Creación: Dios es la fuerza creadora quien desde lo alto rompe las tinieblas y realiza su obra, se establecen unas relaciones verticales de autoridad y poder entre el creador y la criatura: luz - tinieblas, Dios - Hombre.

· El hombre aparece como la criatura suprema entre todo lo creado, ha sido hecho a imagen y semejanza de Dios, porque ha sido dotado de razón, voluntad y libertad. En él encontramos la inteligencia que es la máxima expresión de su alma espiritual. La naturaleza del hombre es una naturaleza caída, el pecado y la inclinación natural al pecado llevan a un pensamiento antropológico de tipo negativo en la Edad Media.


· La finalidad de la creación es volver a Dios, regresar a su punto de partida, para lo cual se requiere de una negación profunda de lo material que el origen del mal, el hombre está llamado a darle la orientación espiritual a toda la creación.

4 Sentido de Salvación: Se desarrolla una teología de la salvación fundada sobre la gracia y la doctrina del pecado. El hombre por su propia naturaleza es un ser pecador, pero Dios por su bondad le da la gracia para alcanzar la salvación.
Características:
· Es iniciativa de Dios, no es obra del hombre, un don, una gracia.
· Sentido individual de la creación, cada hombre se salva o se condena solo.
· Sentido escatológico de la salvación, la salvación está referida a una meta - histórica para su salvación en la historia futura, esta visión escatológica está hecha bajo la concepción de un Dios juez, las realidades últimas: muerte, juicio, cielo, infierno y gloria. Predomina en la relación con Dios el temor, relaciones con tipo mercantilista: doy para que me des, la salvación aparece como un intercambio: fenómeno de las indulgencias.

los 4 periodos de la psicologia

LOS PERIODOS DE LA PSICOLOGIA.

El objeto de la psicología varió, en efecto, a lo largo de su historia, aunque esta sea todavía corta y la mejor manera de esbozar su problemática es, según nos parece, describir esa evolución, que nos proponemos esquematizar en cuatro periodos:

Periodo pre-psicológico o filosófico
Ciencia del psiquismo
Ciencia del comportamiento
Ciencia de las comunicaciones


1: Periodo pre-psicológico o filosófico.

La prehistoria de la psicología se confunde con la historia de la filosofía. Ocurrió con ella lo mismo que con las ciencias: su existencia es el resultado de una autonomía progresivamente conquistada en relacion a la matriz filosófica original.
Pero la psicología (Nombre bautizado por Wolf en 1732) siendo su objeto debatido desde hace muchos años por los filósofos e incluso por los teólogos: la naturaleza del “alma”, sus relaciones con la materia, constituyen uno de los problemas discutidos desde la más remota antigüedad.
Durante su periodo filosófico, la psicología cobra forma como discurso metafísico centrado en las relaciones cuerpo-alma.
La posición de Descartes es frecuentemente citada como paradigmática. Mientras que para los escolásticos existía una unidad sustancial del cuerpo y del alma, para descartes hay dos entidades separadas: el alma es distinta del cuerpo y más fácil de conocer que él.
Desde el dualismo cartesiano podemos distinguir una vida orgánica y una vida psíquica, resumiendo, el alma esta reservada a la especie humana, siendo los animales simples cuerpos: “animales maquinas”.
Condillac (1715-1780) intenta demostrar que el espíritu es al principio una “tabula rasa” pero se va organizando progresivamente gracias a ese elemento básico de la vida psíquica que es la “sensación”
La psicología que se “autonomías” es un asunto de los datos del espiritu o una ciencia del subjetivismo,ciencia de la conciencia del yo o del sentido interno, y su metodo esencial esta constituido por la instrospeccion, ya que como enunciara Descartes, el alma puede tener un conocimiento directo de si misma.


2:Ciencia del psiquismo

El terreno esta preparado para el advenimiento de los que ciertos autores llamaron la “psicología moderna”, y que nosotros consideramos el primer periodo de esta. Su nacimiento como disciplina autónoma solo se produce en el transcurso del S. XIX.
Dicha autonomía entra en escena de manifiesto cuando aparecen los los hombres de ciencia: Fisicos, fisiologos y medicos y por la creación de cátedras y laboratorios especializados.
La situación, a comienzos del siglo XIX es la siguiente : los filosofos que aspiran a una ciencia del psiquismo cuyo discurso permanezca abstracto y formal, sin consecuencias practicas ni posibilidad de descubrimientos autenticos; por otro lado los cientificos que, gracias al metodo experimental, estan a punto de edificar, la fisica y la biología.algunos descubrimientos interesan directamente a la psicología:
La diferenciación de los nervios sensoriales y motores ( Bell y Magendis 1811 – 1822 )
El enunciado de la ley de la energia especifica de los nervios (Muller 1838)
La medicion de la velocidad de la corriente nerviosa ( Melnboltz 1850 )
El papel de la tercera circunvolución frontal izquierda en las perturbaciones del habla ( Broca 1861)


Fue natural el deseo de hacer de la psicología una ciencia susceptible de traducirse en una práctica.

G.Fechner (1801-1887) representante tipico de esa epoca busco explícitamente establecer relaciones cuantitativas entre los datos exteriores y los datos de la observación interna. Utilizo metodos originales para medir los fenómenos psicologicos y, razonando el trabajo de weber (1795-1878)sobre las sensaciones cutaneas establecio la famosa ley,conocida como “Ley de Weber-Fechner!””, “ la sensación es proporcional al logaritmo de la intensidad del estimulo”.
W.Wundt escribia lo que es considerado el primer gran tratado de psicología “fundamentos de la Psicología Fisiologica” (1873-1874) y en 1878 fundo el primer laboratorio de psicología.
La psicología se vuelve ciencia cuando los cientificos se empiezan a ocupar de ella y le atribuyen una vocacion experimental.
Pero el objeto sigue siendo el del periodo precedente.
Los resultados de este periodo se refieren esencialmente a la fisiologia sensorial. Es preciso reconocer que la fisiologia del psiquismo propiamente dicho a fines del siglo pasado no habia adquirido un nivel muy convincente.

3:Ciencia del comportamiento

Después de la muerte del alma, la muerte de la conciencia.
El inicio del siglo XX va a romper brutamente con el dualismo implicito en la psicología definida como ciencia del psiquismo o de los hechos de conciencia.
Comprueba la imposibilidad de establecer una psicología que sea la ciencia de los hechos de conciencia y proclama que solamente el comportamiento observable puede constituir el objeto de estudio cientifico.
Toda la psicología debia ser construida a partir de los unicos elelementos observables y objetivos: los estimulos y las respuestas.


El contexto de la revolucion conductista

La evolucion simultanea de la ciencia, la filosofia y la sociedad occidental creo un terreno propicio, en el que esa orientación sea inevitable.
El clima social de comienzos de siglo, caracterizado por el dinamismo del capitalismo floreciente en los EEUU y del socialismo.
En america, considerar al hombre como un objeto sin conciencia, del cual solo interesaba el comportamiento controlable por estimulos convenientemente ajustados, era congruente con los deseos de la explotacion capitalista. Desde el punto de vista cientificos progresistas, era importante afirmar, las conquistas del materialismo dialectico y perseguir sin tregua a la conciencia y sus efluvios idealistas.
Pieron en Francia “Es necesario ignorar la conciencia en las investigaciones sobre el psiquismode los organismos, incidiran sobre la actividad de los seres y sus relaciones sensorio-motricescon el medio ambiente.
Pavlov (1849-1936) su bien conocido antipsicologismo estaba asociado con su descubrimiento de los reflejos condicionados.decidio abolir toda referencia al psiquismo y a la conciencia, y oriento su laboratorio hacia el estudio cientifico de los reflejos condicionados, cuyas leyes y metodo de estudio establecio.

La psicometría.

Es asi como se designa al metodo de los llamados tests psicologicos. Pero el termino psicometría, sin bien no es el mas adecuado para designar, en conjunto, al metodo de los tests, tiene el merito de subrayar un factor fundamental: la introducción de la medida en el examen psicologico.
El test mental es una “prueba definida, que implica una tarea a ejecutar, identica para todos los individuos examinados, con una tecnica precisa para la determinación del éxito o el fracaso de la ejecución, o para la notacion numerica del éxito”.

El psicoanalisis

El psicoanalisis contribuira para la creación del clima favorable del segundo periodo de la psicología.
El psicoanalisis fue creado por Sigmun Freud(1856-1939) medico neurologo de vocacion cientifica que desconfiaba de las carcacteristicas filosoficas de la psicología de su tiempo.
Los descubrimientos freudianos y en particular su contribución a la edificación del tercer periodo de la psicología; pero, a comienzos de siglo, en la etapa que examinamos tres ideas maestras surgen de sus trabajos:

a) Toda actividad y toda palabra humana son mas motivadas y obedecen a un determinado riguroso, que se debe tratar de analizar y revelar.
b) Toda actividad y palabra humana poseen una funcion en la homeostasis del organismo. El principio fisiologico de la homeostasis es aplicable en el dominio de la vida mental

c) Pero la instropeccion individual no puede dar cuenta de esas realidades, dado que la “conciencia” individual solo percibe una representación limitada de las pulsiones internas y una gran parte es reprimida, de modo que solo se expresa a traves de manifestaciones indirectas cuyo sentido escapa a quien se las produce.


4:Ciencia de las comunicaciones

El periodo contemporaneo, que en gran parte del mundo estuvo marcado por el apogeo de la pisoclogia E.R., denuncia asi el hiato existente entre la teoria y la practica.
Por un lado se situan un cuerpo de teorias generales y una acumulación de conocimientos psicofisiologicos y experimetales; por el otro se ubican una serie de tecnicas que frecuentemente poco tienen que ver con los anteriores y cuya ausencia de soporte teorico es compensada por la “formación personal” o la “experiencia” del psicologo.
Existen elementos de juicio que no hacen pensar que el periodo conductista esta superado y en vias de ser sustituido por una nueva fase en plena elaboración, el periodo de la psicología-ciencia de las inter e intra comunicaciones o para ser mas breves, el periodo “comunicologo”
Ese periodo tiene sus raices en dos dominios de origenes diferentes, pero convergentes en sus respectivos desarrollos.

Entrevista a Michael Foucault

* Retranscripción realizada por J.d'Yvoire, de la emisión difundida por vez primera el 27 de febrero de 1965. El texto de «Dossiers Pédagogiques de la Radio-Télévsion scolaire nº10», datado del 15 al 27 de febrero de 1965, presentando el contenido de la emisión tal como había sido el objeto de un acuerdo previo entre Dina Dreyfus y los protagonistas, apareció en 1994 editado por Gallimard en el compendio de textos de Michel Foucault «Dits et écrits». Esta es una reedición de la emisión en cassette-video: Le temps des philosophes nº3
Badiou: ¿Qué es la psicología?
Foucault: En general, cuando alguien plantea esta pregunta, sobretodo a un psicólogo, plantea de hecho dos cuestiones bien diferentes. Primero, se plantea la cuestión: “¿de qué se ocupa la psicología?”. Pienso que no es esa la más importante, la que más preocupa en verdad. Tengo la impresión que cuando se plantea la pregunta “¿qué es la psicología?”, se coloca automáticamente esta otra, más fundamental, que dice “¿acaso la psicología es una ciencia?”. Esto que estoy diciendo es una banalidad, pero creo de todos modos que es demasiado importante, pues es de notoriedad pública que el status científico de la psicología no está en principio bien establecido, no es para nada claro. Y temo incluso que cuestionando a la psicología como ciencia, no lleguemos a plantear la pregunta más fundamental de todas, que permitiría resolver las anteriores o por lo menos lo esencial de ellas. Me gustaría que se interrogara a la psicología no sobre la forma de objetividad que puede alcanzar o la forma de cientificidad de la cual es capaz, sino como interrogaríamos a cualquier otra forma cultural.
Badiou: ¿Y usted qué entiende por “forma cultural”?
Foucault: Y bien, por “forma cultural” yo entiendo, si usted quiere, la manera en la cual, dentro de una cultura dada, un saber se organiza, se institucionaliza, libera un lenguaje que le es propio y eventualmente alcanza una forma que podríamos llamar “científica” o “paracientífica”. Ahora, me gustaría que se interrogara a la psicología siguiendo esta raíz: ¿en qué (modo) la psicología es, dentro de la cultura occidental, una forma de saber, pudiendo este saber ser una ciencia o no serlo eventualmente?
Badiou: Y desde ese punto de vista, ¿cuál sería su respuesta?
Foucault: Bien, creo que la psicología pertenece a una cierta forma cultural que se constituyó en el mundo occidental, probablemente en la corriente del siglo XIX, y que sin em­bargo, pese a aparecer en tal momento, su data no se corresponde en absoluto al siglo XIX. Es evidente que la forma cultural que la psicología ha instaurado se deja ver bien en la historia de otras formas culturales — pienso, por ejemplo, en aquello que ha podi­do ser la confesión durante todos los siglos cristianos, y pienso igualmente en aquello que ha sido la literatura o el teatro, y pienso también en lo que pudieron ser estas instituciones que, en el curso de la Edad Media hasta el siglo XVI incluido, fueron las cortes de amor, los salones, etc. En fin, usted ve, se trata de esta interrogación que siempre el hombre ha planteado sobre sí mismo, es esta interrogación que en un momento dado ha tomado esta forma cultural que llamamos psicología.
Badiou: Usted no citó a la filosofía. ¿Acaso ésta no es una forma cultural o bien no hay alguna relación entre la psicología como forma cultural y la filosofía?
Foucault: Usted plantea en realidad diferentes cuestiones. Primero me pregunta si la filosofía es o no una forma cultural, luego me pregunta, por otra parte, si la filosofía y la psicología, entendidas ambas como formas culturales, tienen alguna relación. Finalmente me pregunta cuál sería la relación que puede haber entre estas dos formas culturales.
A la primera cuestión yo creo que se puede responder diciendo que la filosofía es probablemente entre las formas culturales la más característica y la más general del mundo occidental. Desde el comienzo del pensamiento griego hasta Heidegger, incluso hasta ahora, la filosofía ha sido aquello en lo cual la cultura occidental se ha reflejado perpetuamente. En esta medida, la filosofía no es una forma cultural, sino más bien la forma cultural más general de nuestra cultura.
Ahora, a la pregunta “¿hay relaciones entre la forma cultural que es la filosofía y la forma cultural que es la psicología?”, ¿Qué podriamos responder? Bien, se puede responder de dos formas. Una respuesta es que la psicología no ha hecho sino retomar de cierta suerte en un estilo finalmente positivo y científico toda una serie de preguntas tratadas y animadas por la filosofía en el curso de los siglos precedentes y que la psicología, trabajando sobre la conducta y el comportamiento, no ha hecho otra cosa que desmitificar por un lado y volver positivo por el otro nociones como alma o pensamiento, por citar ejemplos. En esta medida, la psicología aparecería pura y simplemente como la continuación científica de aquello que hasta el presente había estado alienado y obscurecido a sí mismo bajo la forma de la filosofía. Y en esta misma medida la psicología aparecería claramente como la forma cultural en la cual el hombre occidental se interroga a sí mismo y vendría siendo ella la relación fundamental del hombre consigo mismo en una cultura como la nuestra.
Pero está la otra respuesta posible, que yo prefiero mejor, que consiste en decir que en la filosofía (siendo la forma cultural más universal en la cual se ha reflejado occidente), en esta forma cultural y en esta interrogación que ella autorizaba, se produjo en un momento dado un evento demasiado fundamental que data probablemente del comienzo del siglo XIX, o quizás ya al final del siglo XVIII, que ha sido la aparición de lo que podríamos llamar una reflexión de estilo antropológico. Es decir que en dicho momento apareció por vez primera aquella interrogación que Kant formuló en su Lógica: “¿Qué es el hombre?”
Badiou: Pero de todos modos, antes de Kant, hubieron tratados con títulos como “sobre la naturaleza humana”, es decir hubo ya una reflexión sobre el hombre.
Foucault: Sí, pero yo creo que la reflexión sobre el hombre en el siglo XVII y en el siglo XVIII, que todos esos tratados sobre la naturaleza humana y todos esos tratados del hombre en realidad no hacían sino desplegar una reflexión de segundo orden respecto a la reflexión filosófica, es decir que el problema de la filosofía era al menos, desde la época cristiana, una reflexión sobre el infinito . El hombre no sucitaba problemas sino en relación a esta filosofía del infinito, es decir que el hombre preguntaba por las condiciones y la posibilidad de que seres finitos pudieran tener un conocimiento verdadero por una parte (un conocimiento del infinito), y sin embargo ser retrotraídos perpetuamente a su finitud de hecho en cuestiones como el error, como el sueño, como la imaginación, etc. En esta medida, creo que la cuestión “¿qué es el hombre?” no era la cuestión fundamental de la filosofía.
Badiou: Entonces luego con Kant se da un vuelco de perspectiva…
Foucault: … con Kant hay un vuelco de perspectiva, es decir que por primera vez la filosofía se interroga primitivamente sobre la finitud, y es a partir de la finitud que la interrogación filosófica habrá de desplegarse — por otra parte es característico que ya, cierto tiempo atrás, el pensamiento del infinito había emigrado a las matemáticas.
Badiou: En todo caso la Crítica de la Razon Pura no se trata de una antropología.
Foucault: Claro, pero yo respondería con lo que dice Kant en la Lógica, cuando señala que las tres preguntas “¿qué puedo conocer?”, “¿qué debo hacer?” y “¿qué me esta permitido esperar?” se relacionan en conjunto con una cuarta, “Was ist der Mensch?” , “¿qué es el hombre?”, la cual resulta siendo el problema de la antropología y a la vez la cuestión más general de la filosofía. Y en esta medida, yo creo que Kant si no es el fundador, al menos es el que descubre este nuevo campo filosófico que es la antropología, campo que ha llegado al siglo XIX, por intermedio de la dialéctica, en Hegel y en Marx, a recubrir el dominio que era tradicionalemente de la filosofía.
Badiou: ¿Usted me permitiría resumirlo en algunas frases que ciertamente lo traicionarían?
Foucault: Por supuesto que no…
Badiou: Usted ha distinguido dos perspectivas. En la primera, la filosofía abre el dominio de la psicología, pero las ciencias humanas aseguran luego la elucidación efectiva y positiva de dicho dominio. En la segunda perspectiva, que cuenta con vuestra preferencia, la antropología en su totalidad se encuentra tomada como momento destinal de la filosofía, como forma cultural a través de la cual Occidente llega o intenta llegar al pensamiento de sí. Bien, si usted quiere, yo desearía reformular mi pregunta relativa a la esencia de la psicología en uno y otro de estos dos niveles. Así, a lo primero, si admitimos que la filosofia en suma ha prescrito implícitamente su dominio en las ciencias humanas en general —las ciencias humanas tomando ahora, en la óptica positivista, el relevo de la vieja cuestion filosófica— en esta óptica y admitiendo que usted pudiere aceptarla provisoriamente, ¿qué es lo que asegura la especificidad de la psicología en medio de las otras empresas que designamos comúnmente con el nombre de “ciencias humanas”?
Foucault: Bien, creo que lo que caracteriza la psicología, lo que ha hecho que ella sea probablemente todavía las más importante de las ciencias humanas, en cierto modo la cien­cia humana rectora, ha sido el descubrimiento del inconsciente por Freud, es de­cir que la psicología al interior de sí ha operado hacia el fin del siglo XIX una reconversión de hecho sorprendente que abre, yo creo, su dimensión más problemática y más fundamental. Se puede decir en términos gruesos que la psicología desde el final del siglo XVIII hasta el final del siglo XIX se ha dado esencial y explícitamente como proyecto hacer el análisis de la conciencia, el análisis de las ideas bajo la forma de la ideología, el análisis del pensamiento, de los sentimientos, etc., y es justo al final del siglo XIX que bruscamente, haciendo pivote sobre su propio objeto, la psicología no se da más como ciencia de la psyché consciente, sino como ciencia de algo que venía de ser descubierto, como ciencia del inconsciente. Así, a partir del momento en que la psicología se descubría como ciencia del inconsciente, ella no realizaba simplemente la anexión de un nuevo dominio hasta ahora ignorado, sino que hacía mucho más que eso, pues ella reestructuraba por entero el dominio de todas las ciencias humanas. En efecto, descubriendo el inconsciente, la psicología descubría que el cuerpo mismo formaba parte de nuestro inconsciente, que la colectividad a la cual pertenecemos, el grupo social, la cultura en la cual hemos vivido forman parte también de nuestro inconsciente; la psicología descubría que nuestros parientes, padre, madre, no son otra cosa sino figuras en nuestro inconsiente, etc., y así todas las ciencias vecinas de la psicología, como la fisiología, como la sociología, se vieron remodeladas y retomadas en cuenta por la psicología misma, por la mediación de este descubrimiento del inconsciente, de tal suerte que la psicología devino probablemente, en el nivel de sus fundamentos más secretos, aquello que porta consigo mismo todo el destino de las ciencias humanas.
Badiou: Vamos ahora a la otra perspectiva. ¿Qué lugar se le puede asignar a este descubri­miento freudiano del inconsciente en la antropología concebida esta vez como momento filosófico del pensamiento de Occidente?
Foucault: Y bien, ahí se han producido un cierto número de acontecimientos —usted ve, yo hablo todavía de acontecimientos (événements), pues yo soy un tenaz partisano de la historia de los acontecimientos (histoire événementiel) al menos en filosofía, ya que, después de todo, hasta el presente, la historia del pensamiento no se ha hecho sino en términos abstractos de estructuras generales, ideales e intemporales. Y bien, sería necesario arriesgar quizás una historia puramente de acontecimientos de la filosofía y no de los filósofos— entonces, si hiciéramos una historia de acontecimientos de la filosofía, yo creo que habría que constatar una serie de hechos, de acontecimientos de algún modo brutos en el ser mismo de la filosofía que pasaron en el siglo XIX. Ahí tenemos que este inconsciente que la psicología descubre como objeto nuevo y al mismo tiempo como método absolutamente universal para todas las ciencias humanas, ya había sido de hecho pensado por la filosofía misma y ésto desde Schopenhauer. Luego, este inconsciente que era el objeto filosófico desde Schopenhauer hasta Nietzsche ha sido a la vez lo que le ha permitido a la filosofía torcer la cuestión antropológica que Kant había asignado a la filosofía como su dominio más general. Gracias a la reflexión sobre el inconsciente se hace finalmente manifiesto, si usted quiere en términos muy toscos, que el hombre no existe. Y es bien esto lo que ha descubierto Nietzsche cuando muestra afirmando la muerte de Dios, que esta muerte no era simplemente el fin de la religión cristiana, ni tampoco el fin de todas las religiones, sino el fin del hombre, del hombre en su realidad y en su valor humanista tal como había sido reconocido desde el Renacimiento, desde el protestantismo, y quizás incluso desde mucho antes, desde Sócrates. Y así llegamos a este muy curioso quiasma en los acontecimientos fundamentales del saber occidental en el siglo XIX: aparición de la antropología como destino de la filosofía occidental en el comienzo del siglo XIX, descubrimiento por la filosofía del inconsciente, a la vez que fundamento y desaparición de dicha antropología. Y por otro lado, las ciencias humanas y la psicología retoman en el final del siglo XIX el inconsciente, fundando asi las ciencias del hombre bajo una forma que se quiere, que se cree y que es quizás positiva, y que justo en este momento en que las ciencias humanas se fundan en su positividad, el hombre ha, filosficamente, desaparecido. Y si precisamente existe en nuestros días esta vinculación y no-vinculación entre filosofía y psicología, tal vez sea precisamente a lo que este fenómeno se debe. A que por un lado la filosofía ha impuesto el tema antropológico a toda la cultura occidental y luego en el momento en que la psicología retoma este tema antropológico y le da, gracias al inconsciente, una palabra absolutamente nueva y quizás positiva, la filosofía descubre ahí que el hombre mismo no existe, lo que hace que la positividad de la psicología no tuviera por fundamento sino esta aberración, este vacío, esta laguna que sería la existencia del hombre.
Badiou: Usted ha dicho que el gran reajuste (recentrement) de la psicología e incluso de las ciencias humanas en general se había hecho al final del siglo XIX sobre el tema del descubrimiento del inconsciente. La palabra “descubrimiento” está tomada en un contexto científico o positivista. Pero ¿qué entiende usted exactamente por descubrimiento del inconsciente?
Foucault: Yo creo que hay que tomar la palabra más o menos en el sentido estricto. Freud ha literalmente descubierto el inconsciente como una cosa. Durante una veintena de años ha habido un modo reinante al decir que, a pesar de todo el interés del psicoanálisis, se encuentra en Freud un perpetuo postulado cosista. Y al final, desde Politzer hasta Merleau-Ponty (incluído), el cosismo, el positivismo de Freud ha sido criticado como una secuela del pensamiento del siglo XIX y se ha intentado reintroducir esta cosa incómoda que era el inconsciente en una red de significaciones más sutiles, más finas, en una red de significaciones a secas, de tal suerte que el inconsciente habría tomado el status de una subjetividad quizás trascendental, quizás empírica o quizás histórica, poco importa, pero habría dejado de ser esa cosa ruin, desagradable y molesta que Freud descubrió de algún modo oculta bajo el psiquismo humano. A final de cuentas, no hay que olvidar que Freud ha efectivamente descubierto el inconsciente como se descubre una cosa, o más bien como se descubre un texto. Sabemos bien —por sobre las interpretaciones que el doctor Lacan da actualmente de Freud, que son indudables— que el inconsciente freudiano tiene una estructura de lenguaje. Pero esto no quiere decir que es un lenguaje de algún modo vacío o virtual. El inconsciente es una palabra (parole), no es una lengua, es decir que no es el sistema que permite hablar, sino algo que ha sido efectivamente escrito, de palabras (mots) que han sido realmente dispuestas en la existencia del hombre —o en el psiquismo del hombre, si usted quiere— en todo caso que se descubren literalmente cuando se practica esta operación un poco misteriosa que es el psicoanálisis; se descubre un texto escrito, es decir que se descubre primeramente que hay signos dispuestos, en segundo lugar, que estos signos quieren decir algo, que no son signos absurdos, y tercero, se descubre finalmente lo que quieren decir.
Badiou: El reconocimiento del inconsciente como texto y luego la operación por la cual se descifra la significación de este texto, ¿acaso se trata de dos momentos metodológicos del psicoanálisis?
Foucault: Me parece que en la práctica psicoanalítica, el descubrimiento que hay un texto y el descubriemiento de lo que quiere decir no hacen sino una y la misma cosa.
Badiou: ¿Es decir, para emplear el lenguaje de la lingüística, que el texto psíquico es a la vez el mensaje y el código de este mensaje?
Foucault: Tiene que ver con un conjunto de grafías de las cuales no se sabe todavía si son letras o palabras que estan ahí representadas y, además, una vez que se sabe y se admite que se trata bien de palabras que han sido así dispuestas, no se sabe su sentido ni cuál es su relación con su sentido. Hace falta que la operación analítica haga sin interrupción la triple operación que consiste en aislar lo que es significante, en segúndo lugar establecer la ley que rige las relaciones de significante a significado y finalmente descubrir lo que eso quiere decir, y descubrir el texto final que hay para interpretar.
Badiou: Sí, pero yo veo ahi una dificultad. Si el mensaje que representa el inconsciente es para sí mismo su propio código, la psicología bajo la forma del psicoanálisis se revelará impotente para constituirse como ciencia de estructuras generales, y tendríamos que trabajar en todos con textos individuales portadores de su propio código y que cada vez exigirán recomenzar la empresa completa.
Foucault: Claro, y es por eso que no hay en el fondo del psicoanálisis general un psicoanálisis colectivo. No se puede hablar de psicoanálisis de una cultura por ejemplo o de psicoanálisis de una sociedad sino como metáfora, ya que estamos en el dominio de las ciencias, por error y por abuso de lenguaje. Sólo hay psicoanálisis del individuo y este acto absolutamente fundador de sentido que es la relación entre el médico (psicoanalista) y su paciente. No nos queda menos que en cada uno de estos descubrimientos, rigurosamente individuales, hay un texto y aquello que ese texto quiere decir puede permitir evidentemente de establecer ciertos isomorfismos o ciertas estructuras generales de lenguaje que se encontrarán en otro individuo. Pero el hecho que el mensaje contenga en sí su propio código es una ley fundamental del psicoanálisis y hace que no haya psicoanálisis sino al interior de esta operación individual que es la cura misma del psicoanálisis.
Badiou: Quisiera ahora volver, con algo de obstinación, a la pregunta “¿qué es la psicología?” y quizás también presionarlo a hablar de aquello que supongo usted no quisiera hablar. Usted define la psicología como ciencia o conocimiento del inconsciente. Pero en última instancia, ¿qué status podríamos acordar a todas las prácticas y actividades que existen como: psicología animal, tests, psicofisiología, psicología industrial?
Foucault: En resumen, todo lo que se llama, por oposición al psicoanálisis, la psicología teórica o la psicología de laboratorio. Bueno, me parece precisamente que esta psicología es la menos teórica que se pueda imaginar. Quiero decir que no hay ciertamente entre la teoría y la práctica freudianas la distinción que se ha querido creer durante un cierto número de años. La práctica y la teoría freudianas no son sino una y la misma cosa. En cambio, la dicha psicología teórica me parece terriblemente práctica. Lo que quiero decir es esto: como las relaciones de producción han cambiado entre el siglo XIX y el siglo XX, y como el hombre ha aparecido no siendo simplemente productor sino ahora consumidor, me parece que en esta aparición del consumismo por un lado como hecho económico esencial y luego en el juego que se ha producido en las relaciones de producción, se ha liberado un espacio dentro del cual un cierto número de prácticas han devenido posibles. La psicología de las aptitudes y la psicología de las necesidades me parecen la una y la otra habitar muy bien al interior de estas nuevas prácticas económicas y yo creo que toda la psicología a partir del momento en el que ella no es psicología del inconsciente, es decir a partir del momento en el que ella no es psicoanálisis, es forzosamente una psicología de tipo económico.
Badiou: En una cierta época fue muy usada para distinguir u oponer entre psicología experimental o positivista y psicología antropológica, la distinción entre explicación y comprensión . ¿Le parece que tiene algún sentido?
Foucault: Yo creo que lo tiene y muy profundo, pero no estoy seguro que la noción de comprensión , o que el término mismo comprender sea absolutamente el más apto. Me parece que lo que paso fue lo siguiente: desde el siglo XVII hasta el fin del siglo XIX, todas las disciplinas interpretativas o exegéticas habían quedado en cierto modo en la sombra, o se habían ocultado en provecho de toda una metodología del saber que buscaba mucho más pronto la definición más o menos positivista de leyes o de principios de explicación. Y he ahí que a través de Nietzsche, e igualmente a través de la reaparición de la exégesis y de la interpretación de textos religiosos en el siglo XIX, a través del psicoanálisis que es descubrimiento e interpretación del signo, así han reaparecido en la cultura occidental técnicas interpretativas, técnicas de exégesis que habían sido fundadas en Alejandría incluso antes del cristianismo, y que nunca dejaron de dominar en el mundo occidental hasta el siglo XVI, hasta el Renacimiento, quizás incluso hasta el cartesianismo; y es la reaparición de estas técnicas interpretativas que Dilthey llamó con la palabra quizás poco ajustada de “comprender”. Yo preferiría mejor que se dijera explicar e interpretar, pues me parecería mucho mejor caracterizar este movimiento de oscilación por el cual la vieja exégesis alejandrina reapareció entre nosotros a través de Freud y hasta los psicoanalistas contemporáneos.
Badiou: Y bien, terminaré con una pregunta pedagógica. Si usted tuviera que enseñar en uno de nuestros cursos terminales (secundaria) lo que llamamos “psicología”, ¿cómo lo haria?
Foucault: Bien, debo decirle que me sería muy complicado porque tengo la impresión que haría un rol al menos doble. Sería necesario por una parte que yo enseñe la psicología y por otro lado que yo enseñe la filosofía. Me parece que la sola manera de resolver este problema sería no negar la particion, sino al contrario apoyarla y remarcarla de entrada. Me gustaría hacer mi curso de psicología disfrazado, disfrazado como el filósofo Descartes, pero esto lo haría en tanto que psicólogo. Procuraría cambiar mi rostro tanto como pudiere, cambiar mi voz también, mis gestos, toda mi indumentaria, y luego, durante la hora de psicología enseñaría la psicología de laboratorio, enseñaría los tests: el laberinto, la rata. Por supuesto, tendría que hablar también de psicoanálisis, y esto sería la segunda variante de este primer personaje. Procuraría hablar con la mayor prudencia, pero también con la mayor precisión de aquello que es el psicoanálisis, que es muy cercano de lo que hay de fundamental en las ciencias humanas, y que sin embargo está tan alejado de la psicología de laboratorio, probablemente porque aquél no esta ligado a la misma estructura de la praxis. Y entonces luego, durante la hora siguiente, yo sería filósofo, es decir que me quitaría el disfraz, y trataría de retomar mi voz, y sería en ese momento, con toda la mesura, lo más cerca de mí-mismo, que yo intentaría hablar de lo que es la filosofía

26 de septiembre de 2010

Michel Foucault: Filosofía y Psicología (1965) 3/3

Michel Foucault: Filosofía y Psicología (1965) 2/3

Michel Foucault: Filosofía y Psicología (1965) 1/3

Etapas de desarrollo Piaget

Psicología Cognitiva

PSICOLOGÍA  COGNITIVA
La psicología cognitiva es una escuela de la psicología que se encarga del estudio de la cognición, es decir, los procesos mentales implicados en el conocimiento. Tiene como objeto de estudio los mecanismos básicos y profundos por los que se elabora el conocimiento, desde la percepción, la memoria y el aprendizaje, hasta la formación de conceptos y razonamiento lógico. Por cognitivo entendemos el acto de conocimiento, en sus acciones de almacenar, recuperar, reconocer, comprender, organizar y usar la información recibida a través de los sentidos. Está situada dentro de lo que se denomina el hexágono cognitivo junto con la biología, la psicología, la lingüística e incluso la informática. Recibe influencias de disciplinas y teorias afines, como el tratamiento de la información, la inteligencia artificial ,la ciencia del lenguaje y el enfoque holístico de la Gestalt.
El interés de la psicología cognitiva es doble. El primer interés es estudiar cómo las personas entienden el mundo en el que viven y también se abordan las cuestiones de cómo los seres humanos toman la información sensorial entrante y la transforman, sintetizan, elaboran, almacenan, recuperan y finalmente hacen uso de ellas. El resultado de todo este procesamiento activo de la información es el conocimiento funcional en el sentido de que la segunda vez que la persona se encuentra con un acontecimiento del entorno igual o similar está más segura de lo que puede ocurrir comparado con la primera vez.Cuando las personas hacen uso de su conocimiento construyen planes, metas para aumentar la probabilidad de que tendrán consecuencias positivas y minimizar la probabilidad de consecuencia negativas. Una vez que la persona tiene una expectativa de la consecuencia que tendrá un acontecimiento, su actuación conductual se ajustará a sus cogniciones.
El segundo interés de la psicología cognitiva es cómo la cognición lleva a la conducta. Desde un enfoque motivacional, la cognición es un "trampolín a la acción". Para los teóricos cognitivistas, la acción está principalmente en función de los pensamientos de la persona y no de algún instinto, necesidad, pulsión o estado de activación (arousal).
HISTORIA
Surge como corriente psicológica en los años 50 y 60 como reacción al conductismo. La principal discrepancia con éste es el acercamiento a la llamada cuestión de la caja negra.
“La Psicología cognitiva surge como alternativa a la concepción conductista de la mente como caja negra inaccesible. Es difícil atribuír su aparición a un único autor, pero sí parece claro que su inicio coincide con la aparición y desarrollo de los ordenadores. El funcionamiento de estas máquinas sirve como metáfora al investigador para explorar el funcionamiento de los procesos cognitivos internos”.
León o y Montero I (1995) Diseño de investigaciones. Introducción a la lógica de la investigación en psicología y educación. Madrid: McGraw-Hill, pág. 39.
Es decir, la proposición conductista de la mente que no puede ser estudiada debido a la imposibilidad de un acercamiento a través del método científico. En contraste, la psicología cognitiva hace uso de procesos mentales para explicar la conducta (a diferencia de tan solo asociaciones entre estímulos y respuestas). Los psicólogos cognitivos ponen énfasis en la influencia que el procesamiento de la información tiene sobre la conducta, afirmando que el individuo compara la información nueva con su "esquema" o estructura cognitiva preexistente. Los acontecimientos y las situaciones nuevas se interpretan a la luz de lo que ya se ha aprendido. En ocasiones, es preciso adaptar el esquema a esta información.En ese momento de desarrollo de la psicología, ésta se encuentra en un intento por validarse como ciencia, por lo que esta nueva psicología cognitiva desconoce su tradición fenomenológica propiciada por Wundt, negando la validez de la introspección como método para alcanzar un conocimiento objetivo, Así, la psicología cognitiva es distinta de otras perspectivas psicológicas previas en dos aspectos principales. Primero, acepta el uso del método científico, y rechaza la introspección como método válido de investigación, contrario a métodos fenomenológicos tales como la psicología de Freud. Segundo, plantea la existencia de estados mentales internos (tales como creencias, deseos y motivaciones) contrario a la Psicología conductista
PSICOLOGIA COGNITIVA
La psicología cognitiva es una de las adiciones más recientes a la investigación psicológica y estudia diversos procesos cognitivos, tales como la resolución de problemas, el razonamiento (inductivo, deductivo, abductivo, analógico), la percepción, la toma de decisiones y la adquisición lingüística. Se desarrolló como un área separada de la disciplina desde los primeros años de la década de 1950 y 1960. El término comenzó a usarse con la publicación del libro Cognitive Psychology por Ulric Neisser en 1967. Pero la aproximación cognitiva había sido traída a un primer plano tras la publicación del libro de Donald Broadbent Percepción y Comunicación en 1958. Desde ese momento, la metáfora dominante en el área ha sido el modelo de procesamiento de información de Broadbent.Los principales exponentes de la psicología cognitiva son Alan Baddeley, Frederic Bartlett, Donald Broadbent, Jerome Bruner, Hermann Ebbinghaus, George A. Miller, Ulrich Neisser, David Rumelhart, Herbert Simon, Endel Tulving,Robert L. Solso y Jean Piaget.
Etapas en el Desarrollo de la Psicología Cognitiva:
La siguiente descripción histórica está basada en el libro de Francisco Varela: De cuerpo presente. Las ciencias cognitivas y la experiencia humana, en que se realiza una síntesis del pensamiento cognitivo desde sus años de formación, distinguiendo etapas de desarrollo en que han primado diferentes metáforas o modelos explicativos de la mente humana. La última de estas etapas, el llamado Enfoque enactivo, es la postura que defiende Francisco Varela y colaboradores.

Años de formación

Son los que empiezan a desarrollar el aprendizaje del individuo.
 Hipótesis cognitivista
Desde esta hipótesis, la cognición está definida como la manipulación de símbolos a través de determinadas reglas. El sistema interactúa con los símbolos, pero no con su significado, y el sistema (mente) funcionaría correctamente cuando los símbolos representan en forma adecuada la realidad externa, o algún aspecto de ésta, y el procesamiento de la información dentro del sistema (computación simbólica) lleva a una solución adecuada del problema que se ha presentado.
Esta es la hipótesis considerada todavía por muchos como el principal exponente del planteamiento cognitivista, y el paradigma del procesamiento de información y la metáfora del ordenador, es aún con el que más se identifica a la psicología cognitiva.

 Hipótesis conexionista

La hipótesis cognitivista implicaba una forma de cognición secuencial y localizada. Sin embargo, estos planteamientos no concuerdan con los resultados más recientes de las investigaciones neurocientíficas, en que son más aceptados modelos cerebrales en que las operaciones son distribuidas y se generan a partir de interconexiones masivas que cambian producto de la experiencia. Sin embargo, las redes neurales tienen propiedades formales casi desconocidas, pues aunque no obstante imiten procedimientos neuronales, no necesariamente se corresponden con un estricto nivel empírico adecuado. Muchos de estos trabajos han sido criticados por su implausibilidad biológica.
Debido a estas discrepancias, y al rescate de ideas sobre sistemas autoorganizados que estuvieron presentes en la etapa formacional de esta rama de la psicología, pero que fueron ocultados por la hipótesis cognitivista, surge la necesidad de una nueva conceptualización de la mente humana.

Críticas

Jerome Bruner, uno de los padres de la revolución cognitiva acusa a algunos neo-cognitivistas de haberse enredado con problemas técnicos que son marginales a los propósitos y el impulso que animaron aquella revolución que él ayudó a crear. Según el escritor, el cognitivismo no venía a reformar el conductismo sino a reemplazarlo. Para Bruner el cognitivismo es el estudio de los procesos mentales y como tal debe estar volcado al estudio del acto de significado del hombre. La construcción cultural y los flujos informativos de significado son pues el andamio desde donde debe trabajar la psicología.

20 de septiembre de 2010

¿Qué significa preguntar?


Por Santiago Kovadloff
La nueva ignorancia
No se nos educa para que aprendamos a preguntar. Se nos educa para que aprendamos a responder. El mal llamado sentido común suele confundir el saber con lo que ya no encierra problemas y la verdad con lo invulnerable a la duda.
Es que, usualmente, la pregunta sólo vale como mediación que debe conducir, cuanto antes, al buen puerto de una respuesta cabal. Allí, entre sus sólidas escolleras, se le exige naufragar al desasosiego sembrado por la pregunta.
Como se ve, preguntas y respuestas tienen, entre nosotros, no apenas un valor convencionalmente complementario sino también íntimamente antagónico. Y en tren de sincerarnos, habrá que reconocer que nos cautivan mucho más las respuestas que las preguntas. Ello es fácil de explicar: mientras las primeras siembran inquietud, las segundas si no reconfortan, al menos clarifican y ordenan. Pero por lo mismo que estánllamadas a apaciguar la incertidumbre, las respuestas suelen ser más requeridas que encontradas y su aparente profusión, en consecuencia, resulta más ilusoria que real. Y en un mundo que cree disponer de más respuestas de las que efectivamente tiene, preguntar se vuelve imperioso para poner al desnudo el hondo grado de simulación y jactancia con el que se vive. Tan imperioso, diría yo, como peligroso. Exhibir sin atenuantes nuestra indigencia en términos de saber no suele ser una iniciativa que coseche demasiadas simpatías. Occidente, no menos contradictorio en esto que en otras cosas, quiso perpetuar la memoria del hombre que encarnó como nadie la pasión de preguntar y el don de sostenerse con entereza en el riesgo de lo que preguntar implica. Pero Sócrates fue condenado a muerte por la misma cultura que lo enalteció. Su recuerdo, por lo tanto, resulta tan estimulante como preventivo.
No hay sistema autoritario que no asiente el despliegue de su intolerancia en la primacía de las respuestas sobre las preguntas, en la presunción, respaldada a punta de bayoneta, de que el saber (que por lo general ha sido representado como El Saber) tiene al sujeto por depositario pasivo y no por interprete activo.
Asimismo, es tan interesante como descorazonador verificar que, en su mayoría, los políticos tienden a excluir las preguntas del arsenal retórico en que nutren su elocuencia. Están persuadidos de que les irá mejor si se las ingenian para responder antes que para preguntar. Ello supone que las preguntas, explicitas o no, corren por cuenta del electorado insatisfecho, con lo cual quedan definitivamente asociadas a lo que debe superarse y no a lo que debiera ser recuperado.
Decididamente, preguntar no es prestigioso. Puede, sí, resultar circunstancialmente tolerable, sobre todo en boca de los niños. En especial entre los tres y los diez años, los chicos suelen hacerse cargo de cuestiones cuya densidad poética y filosófica rebasa con holgura eso que un tanto precipitadamente, llamamos nuestra madurez. Así es como, en su mayoría, quienes divulgan en reuniones sociales las ¨ocurrencias¨ de sus hijos, tienden a etiquetar como ingenioso a lo bello o como expresión de inocencia a lo que traduce el más radical de los cuestionamientos.
Los niños preguntan en serio. ¿Qué significa eso? Significa que, al igual que contadísimos adultos, se atreven a quedar a la intemperie, a soportar los enigmas impuestos por una realidad que, rompiendo su cascarón de mansedumbre aparente, se planta ante ellos revulsiva, irreductible, misteriosa y desafiante.
Los niños no preguntan porque no sepan. Preguntan porque el saber aparente, ese velo anestesiante que años después habrá de envolverlos, aún no ha logrado insensibilizarlos. Es que los niños están constituidos por un tejido espiritual que mientras rige no es permeable a la función soporífera que se le adjudica al conocimiento bajo el nombre de educación. Los niños están aún más acá del saber. Lo demuestran al hacerse cargo, personalmente, de la responsabilidad de preguntar. Y aquí arribamos adonde más nos importa.
¿Quién pregunta de verdad? ¿Acaso aquel que ignora lo que otros supuestamente saben? ¿Pregunta quizás quien no cuenta con las respuestas de las que otros, más afortunados, si dispondrían? No lo creo. Preguntar no es carecer de información existente. Nada pregunta quien supone construida la respuesta que él busca. Si la pregunta va en pos de una respuesta preexistente será hija de la ignorancia y no de la sabiduría. Las auténticas preguntas, tan inusuales como decisivas, son aquellas que se desvelan por dar vida a algo que todavía no la tiene, aquellas que aspiran a aferrar lo que por el momento es inasible, aquellas que se inquietan por constituir el conocimiento en lugar de adquirirlo hecho.
Sí, preguntar es atreverse a saber lo que todavía no se sabe. Lo que todavía nadie sabe. Preguntar es animarse a cargar con la soledad creadora de aquel viajero que inmortalizó Machado: ¨Caminante no hay camino, se hace camino al andar¨. Es que las preguntas serán siempre empecinadamente personales o no serán auténticamente preguntas. Preguntar no es andar por ahí formulando interrogantes sino sumergirse de cuerpo entero en una experiencia vertiginosa.
Las preguntas, si lo son, abarcan la identidad de quien las plantea, incluso cuando no resulten en sentido estricto, preguntas autobiográficas. Precisamente, debido a ese férreo carácter personal e intransferible de la pregunta, es decir, en virtud de su sello de instancia indelegable en la respuesta requerida no puede estar constituida con antelación a ese preguntar. Sócrates no dispone de las respuestas que busca en su interlocutor. No puede disponer de ellas si de verdad pregunta. Ellas solo han de ser creación de quien se anime a forjarlas. Cada cual debe responder a su manera, así como no puede sino preguntar a su manera.
En el auténtico preguntar zozobra la certeza, el mundo pierde pie, su orden se tambalea y la intensidad de lo polémico y conflictivo vuelve a cobrar preponderancia sobre la armonía de toda síntesis alcanzada y el manso equilibrio de lo ya configurado.
Cuenta Joan Corominas en su cautivante diccionario que la expresión latina percontari, de la cual proviene nuestro preguntar, se vio alterada, en su proceso de cambio hacia la lengua castellana por el verbo de uso vulgar praecunctare, derivado de cunctari, que significa dudar o vacilar. La referencia etimológica gana todo su peso si se advierte que percontari enfatiza, en el acto de preguntar, la decisión de conocer o buscar algo que se sabe oculto o disimulado.
En cambio, praecuntare subraya la incertidumbre, el tantear a ciegas que se adueña de aquel que pregunta. Y, efectivamente, en el acto de preguntar la realidad reconquista aquel semblante ambiguo, penumbroso, que la respuesta clausura y niega. Después de todo, respuesta proviene deresponsio y responso es la oración dedicada a los difuntos, es decir, con criterio más amplio, a lo que ha dejado de vivir.